La madrugada del sábado al domingo volvemos a cambiar la hora. A las tres, vuelven a ser las dos. El domingo va a ser un día de 25 horas. El Parlamento Europeo pidió el año pasado a todos los Eestados miembros que pusieran fin a este cambio a partir de 2021. Será cada país el que elija libremente si desea mantener el horario de verano o el de invierno. Dos veces al año cambiamos la hora por una medida que pretendía ahorrar energía, aprovechando las horas de luz solar. Los expertos no se ponen de acuerdo acerca de qué horario es mejor, pero sí en que los cambios repercuten en la salud y pueden provocar en algunas personas somnolencia, cansancio, irritabilidad o fatiga. Niños y personas mayores parecen más propensos a estos trastornos.