Una ceremonia atípica, insólita, singular, con alfombra azul, sí, y con las tradicionales gaitas, pero, en un nuevo escenario. Atrás queda el Teatro Campoamor, hoy el lugar elegido es este salón del Hotel Reconquista. Sin apenas público, una imagen de lo más inusual, extraña incluso. Solo la Familia Real al completo, autoridades y algunos de los premiados presentes, como el piloto de rallies Carlos Sainz.