Una joven acusó ayer a su padrastro de haberla violado varias veces cuando ella tenía entre 10 y 14 años en Calvià. La chica relató en el juicio al hombre cómo la sometió a abusos y agresiones sexuales porque «quería que perdiera la virginidad con él». La víctima aseguró que los hechos ocurrieron tanto el domicilio familiar como en un coche en el que él la llevaba a un descampado y afirmó que sufrió amenazas. El procesado, por su parte, negó de forma rotunda todas las acusaciones y dijo que la denunciante «es mentirosa como ella sola» y la definió como «conflictiva».

La chica, de 20 años, narró que los abusos comenzaron cuando ella tenía 10 años y se sucedieron en dos etapas diferentes. «Yo a él lo consideraba mi padre. Empezó a enseñarme porno en ordenador, luego quería que lo tocara, tocarme... Que yo perdiera la virginidad con él», dijo. Según su versión, las violaciones ocurrían cuando ambos se quedaban solos en casa, aunque en ocasiones su hermano menor estaba en la vivienda. «Todo lo iniciaba él. Yo no sabía lo que estaba haciendo, no salía de mí», afirmó. La joven explicó que los abusos se fueron agravando paulatinamente: «Bastantes veces me pidió sexo oral y penetrarme».

La denunciante reveló esta situación a una profesora en 2013, pero que se desdijo cuando avisaron a su familia por las presiones del hombre: «El me juró que no volvería a pasar. Me prometió que pararía», narró para justificar que entonces dijera que se había inventado las acusaciones por las malas notas obtenidas en el instituto.

Sin embargo, los abusos no cesaron: «Paró un tiempo, pero luego volvió. Me amenazaba y me agarraba con fuerza». La chica sostuvo que los abusos y violaciones se producían tanto en la vivienda familiar como un descampado al que ambos iban en coche con el pretexto de acudir a reuniones de un partido político. Además, aseguró que él llegó a darle de fumar hachís y ella se sentía muy mareada.

Esta nueva oleada de abusos llegó otra vez a oídos de los profesores de la chica, lo que desembocó en su ingreso en un centro de acogida. «Hay cosas que todavía no he contado. Para mí este tema es muy difícil», contó. Según su versión, ha estado en tratamiento psicológico, sufre estrés postraumático y todavía tiene problemas de sueño a raíz de los abusos.

El acusado, por su parte, rechazó tajantemente todas las acusaciones y acusó a su hijastra de haber inventando los hechos: «Es mentirosa como ella sola», espetó. El hombre aseguró que la denunciante era «una niña un poco conflictiva». En su declaración sostuvo que «nunca» se quedó a solas con ella durante los 15 años que convivieron y negó haberla sometido a ningún tipo de abuso sexual. «Teníamos una relación buena. Ella se inventó los abusos la primera vez como excusa por haberse fugado del instituto», aseguró el procesado, que rompió a llorar al concluir su declaración.

La madre de la víctima y pareja del acusado puso en duda el relato de su hija, a la que calificó de «complicada, influenciable, con un carácter cambiante y terrible». «Yo me hubiese enterado», dijo sobre los supuestos abusos cometidos por su marido. La mujer afirmó que llegaron a estar a punto de denunciar por malos tratos a una profesora de la chica porque ella se inventó que la agredía y que su hija, con quien apenas tiene relación en la actualidad, nunca le ha relatado con precisión las violaciones y abusos. Está previsto que el juicio concluya hoy.