Dos ‘mulas’ se sentaron ayer en el banquillo de los acusados de la Audiencia de Palma. La pareja, de nacionalidad venezolana, fue sorprendida hace un año en el aeropuerto de Palma con dos kilos de cocaína, uno cada uno, alojados en su cuerpo. Ambos aceptaron una pena de seis años de prisión y la expulsión de España a su país natal cuando hayan cumplido dos tercios de la pena.
Los hechos que fueron enjuiciados ayer tuvieron lugar el 29 de noviembre de 2019 en el aeropuerto de Palma. Sobre las tres de la tarde, una pareja venezolana acababa de tomar tierra en Son Sant Joan procedentes de París, tras hacer escala en Barcelona.
Algo en su comportamiento llamó poderosamente la atención a los agentes de la Guardia Civil en las instalaciones aeroportuarias. Los expertos del instituto armado mantenían que podrían estar trasladando drogas.
Un exceso de sudoración y el nerviosismo que manifestaban a puntaban a que podría estar tratándose ‘mulas’ con dátiles de sustancias estupefacientes alojados en su organismo.
Las sospechas no tardaron en confirmarse. Tras realizarles una radiografía encontraron una serie de cuerpos extraños repartidos por todo su aparato digestivo. Cada uno portaba en su cuerpo 83 dátiles de cocaína con un grado de pureza superior al 80%. De hecho podría alcanzar un gran valor en el mercado ante la posibilidad de ser cortada en múltiples dosis.
Ante las evidencias recabadas, la pareja venezolana se derrumbó y confesó los hechos. Habían sido contratados por un individuo, cuyo paradero desconocían. Iban a percibir una suma de 3.000 y 4.000 euros, respectivamente, tras exponer su salud en este peligroso viaje para el tráfico de drogas.
Conformidad
El fiscal solicitaba inicialmente para cada uno de los procesados una pena de siete años y cinco meses de prisión. También reclamaba que hicieran frente a una multa de 707.072,85 euros.
Con carácter previo a la vista, el fiscal y la defensa de los acusados alcanzaron un acuerdo de conformidad para rebajar la pena. Finalmente, los dos acusados, asistidos por el abogado Rafael Llompart, aceptaron una condena de seis años de prisión y la expulsión de España al cumplir las dos terceras partes de la pena.
«No quiero que me devuelvan a Venezuela, quiero pedir el asilo político aquí», propuso la acusada al escuchar la condena. El presidente le replicó que no era objeto de dicho tribunal encargarse de esta solicitud e instó a la procesada a que se encargara de cursar dicha solicitud al regresar a su país de origen.
