Tras varios contratos fallidos con sus consecuentes paralizaciones, el eterno proceso de reforma del Teatre Principal de Inca empieza a ver la luz al final del túnel. La Fundació Teatre Principal d’Inca adjudicó el pasado miércoles las obras restantes que deberán culminar con la rehabilitación integral del antiguo equipamiento cultural y que actualmente, tras un año de parón por la rescisión del contrato con la última empresa que se había hecho cargo del proyecto, Vías y Construcciones, se encuentra ejecutada en un ochenta por ciento.
La fundación ha adjudicado las obras a la empresa Amer e Hijos S. A. por un importe de 1,77 millones de euros, que con el IVA asciende a 2,14 millones de euros, al haber determinado que es la oferta más ventajosa de las presentadas. Los fondos europeos Feder se harán cargo del cincuenta por ciento de la cantidad.
Un total de ocho sociedades habían optado a la adjudicación por unos importes ligeramente superiores a los de la empresa finalmente elegida. La fundación considera que la oferta económica de Amer e Hijos S. A. no incurre en baja temeraria, por lo que ya ha requerido a la empresa la presentación de la garantía definitiva y el resto de documentación que justifique el cumplimiento de los requisitos reclamados, trámite que la constructora ya ha cumplimentado.
Según la propuesta de adjudicación aprobada por la fundación el pasado miércoles, el plazo de ejecución de las obras será de cinco meses que empezarán a contar desde el día de la firma del acta de comprobación del replanteo. El plazo de ejecución se divide en un mes dentro del presente año 2020 y cuatro meses durante 2021, por lo que si se cumplen estas condiciones el teatro inquer podría estar finalizado a mediados del próximo año.
De esta forma, las obras de reforma podrían reanudarse a partir del próximo mes después de haber estado prácticamente todo el año paralizadas después de los problemas surgidos con la anterior adjudicataria, que llegó a reclamar 1,6 millones de euros más para continuarlas antes de que el Ayuntamiento decidiese rescindir el contrato.
Las obras más voluminosas del edificio cultural ya están ejecutadas y solo quedan pendientes los últimos remates.
