Positiva pero insuficiente. Así valoró ayer el presidente de la Federació d’Entitats Locals de les Illes Balears (Felib) y alcalde de Costitx, Antoni Salas, el anuncio realizado ayer por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, de la suspensión de la aplicación de las reglas fiscales para los ejercicios de 2020 y 2021, una decisión que los ayuntamientos mallorquines esperaban desde hacía tiempo pero que todavía ven insuficiente para recuperar la autonomía fiscal de las entidades locales.

Salas explica que la medida anunciada ayer por el gobierno central, que es de carácter excepcional, «seguro que es un primer paso positivo, pero todavía no es la medida definitiva» que esperan los ayuntamientos, y que pasa por la «derogación» de la llamada ley Montoro, que en los últimos años ha impedido a las instituciones municipales invertir los remanentes según las necesidades de cada localidad.

En este sentido, Salas recuerda que «desde hace unos dos meses los ayuntamientos vienen reclamando la derogación a perpetuidad de la ley Montoro» con el objetivo de «recuperar la autonomía financiera», por lo que la decisión de Madrid, a entender del presidente de la Felib, se queda corta.

Salas admitió que todavía no ha analizado la resolución del gobierno en profundidad y que está a la espera de «conocer la letra pequeña». «Todavía desconocemos si los ayuntamientos solo podrán realizar inversiones sostenibles o bien ya podrán dedicar los remanentes a otros capítulos como el de personal», señala el presidente de la Felib en relación a una de las cuestiones más controvertidas de la ley.

Autonomía financiera

No obstante, afirma sentirse «moderadamente satisfecho» con las medidas que han trascendido, a pesar de la «unanimidad» existente tanto en los ayuntamientos como en el Govern y el Consell para que se derogue la regla de gasto y se recupere la autonomía financiera. «Es una medida que entra dentro de la normalidad, después de que la propuesta de los préstamos financieros fuese tumbada en el Congreso», añadió Salas.

Salas lamentó que la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), de cuya gestión «no estamos contentos», según admitió, no haya consultado «nada» con la Felib «a nivel territorial».

Cabe recordar que los ayuntamientos de Balears acumulan una cantidad cercana a los 180 millones de euros en superávits del pasado año 2019. Algunos ayuntamientos, como el de Alcúdia, tienen mucho dinero acumulado desde hace años. En concreto, el municipio del Nord acumula un remanente de más de 88 millones de euros y además debe pagar cada año más de 155.000 euros a los bancos en concepto de intereses por esta cantidad bloqueada.

Salas critica que los ayuntamientos «son las hermanas pobres» de la administración y además han sido sometidos a «más trabas» que al resto de instituciones. «Nos han puesto unas condiciones que no tienen que cumplir otras administraciones, cuando está demostrado que no son los ayuntamientos los que generan más deuda», concluye.