La plataforma Stop Desnonaments ha denunciado la ejecución de uno de los cuatro desahucios previstos para este viernes, el de una madre enferma y su hijo en el paro que vivían en el piso de un fondo buitre en Son Gotleu y se han quedado en la calle, tal como ha explicado el portavoz de la entidad, Joan Segura, tras una manifestación para intentar impedirlo.

La vivienda de la calle Tomás Rullán número 76 pertenece a la empresa de desarrollos inmobiliarios Divarian, participada por el banco BBVA, y la plataforma ciudadana no ha logrado parar el desalojo porque, según su portavoz, la oficina antidesahucios del Ayuntamiento no ha emitido el necesario informe de vulnerabilidad de la familia afectada, que posibilitaría su detención y daría un respiro a la madre y su hijo, ahora sin empleo.

Los otros tres desahucios programados, dos de ellos en Son Gotleu, sí que se han paralizado, al igual que los anunciados en días anteriores en los barrios de Pere Garau, el Vivero y Son Roca.