Una jueza de Palma ha confirmado el despido de un trabajador de la empresa municipal Emaya, que entregó un certificado falso de catalán para acceder a unas plazas.

Este trabajador entró en la empresa en el año 2015. Formaba parte de la plantilla como trabajador indefinido y tenía la categoría de peón especialista. La empresa creó una bolsa de trabajo para formar parte de la sección de aguas de Emaya. La selección de personal precisaba de dos partes. La primera era teórica y la siguiente práctica. Para poder examinarse se exigía el nivel A2 de catalán.

Fue la propia administración la que descubrió que el certificado de estudios de catalán que había presentado este aspirante, así como otros compañeros, era falso. El trabajador reconoció la falsedad de este documento.

La empresa consideró que este hecho era grave y acordó que merecía el despido. El trabajador apeló a que no había ocasionado ningún daño a la empresa, además de que se tuviera en cuenta que tenía a su cargo a su mujer y a sus tres hijos.

La jueza coincide en la gravedad de la conducta del trabajador y establece que se ha hecho merecedor del despido.