Al GOB no le tiembla la mano con sus premios ‘Ciment’
El grupo ecologista GOB que preside Amadeu Corbera no le ha temblado la mano a la hora de nominar hasta en tres ocasiones al Govern y en una al Consell para sus premios negativos conocidos como Ciment. Es cuando menos llamativo el descontento que reina en las filas ecologistas con la gestión de sus hermanos de la izquierda en las principales instituciones de las islas.
Las nominaciones al nefasto premio del GOB, que a lo largo de la historia se lo han llevado de forma habitual los gobiernos del PP, empieza por Iago Negueruela y su conselleria de Modelo Económico y Turismo. Le sigue la dirección general de Recursos Hídricos que gestiona Més, pero los ecologistas no se conforman con ello y nominan al Govern de Francina Armengol en su conjunto para el premio que se otorga a las entidades que no contribuyen a la mejora del medio ambiente. También está nominado el departamento de Carreteras del Consell que dirige el podemita Iván Sevillano. El GOB no salva a ningún partido del Pacto: ni PSOE, ni Podemos, ni Més.
Es cierto que también están nominados AENA y varios ministerios del Gobierno central. Los socios y simpatizantes tendrán la última palabra, pero el Govern del Pacto de izquierdas tiene muchos números de llevarse el premio que otorga el GOB y casi nunca nadie acude a recogerlo.
La izquierda aplaza el recorte de altos cargos del Govern
La caña que la oposición lleva dando al Govern para que reduzcan altos cargos o se recorten sueldos estaba dando sus frutos. Incluso la presidenta Francina Armengol había pedido a sus socios negociar recortes después del verano. No obstante, «nunca más se supo», apuntan fuentes de Més y de Podemos. La presidenta se lo había comentado a los consellers nacionalistas y morados ante el acoso y derribo del PP y de Vox cada martes en el Parlament por esta cuestión. «En estos momentos está todo aparcado y puede que el motivo sean los presupuestos expansivos que hacen pensar que no es preciso recortar altos cargos», indicaron las mismas fuentes de los partidos de la izquierda.
El objetivo de Armengol era hacer un gesto ante la ciudadanía por los miles y miles de personas en el paro o con Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), ya que el importe económico sería mínimo para las arcas del Govern. No se hablaba de eliminar ninguna conselleria, pero sí de fusionar direcciones generales y suprimir cargos de segundo nivel. En Més y Podemos tenían claro que el recorte importante debía ser por parte de las filas socialistas, debido a que son los que gestionan un mayor número de departamentos. Lo cierto es que esta negociación que anunció la presidenta a sus socios ha quedado del todo aparcada. La pregunta en el Pacto es: «¿Y a quien quitamos?».
Los asesores de Armengol y Cladera extreman precauciones
El revuelo que se montó con la llamada «noche de copas» de la presidenta Armengol y la presencia de la presidenta insular Catalina Cladera en un partido del Mallorca, con tuit incluido exhibiendo su presencia en el palco de Son Moix, ha hecho que sus asesores decidan extremar las precauciones. Actividades políticas aceptadas antes de la pandemia, ahora puede que no lo sean tanto. Es por ello que desde el Consolat y desde el Consell se miren con lupa cada aparición pública de sus cabezas visibles. Ya se sabe lo que dice el refrán: «El gato escaldado, del agua fría huye».
