«Dialogábamos con los terroristas porque mientras hablábamos estaban en tregua y no mataban». Así explicaba Joan Mesquida (Felanitx, 1962 - Palma, 2020) las conversaciones con ETA siendo director general de la Policía y la Guardia Civil. El político mallorquín fue uno de los hombres del Gobierno de Rodríguez Zapatero que ayudó a acabar con la banda terrorista. Mesquida fallecía ayer en Palma a los 57 años después de duros meses luchando contra el cáncer.

Lo fue casi todo en política. Miembro del Gobierno de Zapatero, mano derecha de Rubalcaba, apadrinado de José Bono y finalmente hombre de confianza de Albert Rivera, probablemente uno de los políticos mallorquines más influyentes de la política nacional de las dos últimas décadas. En 2018 abandonó el PSOE por la «deriva nacionalista del PSIB de Francina Armengol». Pocos meses después fichó por Ciudadanos y Albert Rivera lo presentó como futuro ministro del Interior, el único cargo que le faltó.

Mesquida junto a Albert Rivera, durante su presentación como candidato de Ciudadanos.

Conseller de Hacienda del primer Pacto de Progreso presidido por Francesc Antich. A Mesquida le gustaba recordar que fue el conseller que ideó la ecotasa. No obstante, fue calificado como el conseller de derechas en un Govern de izquierdas por sus postulados centristas y liberales.

En 2004, siendo José Bono ministro de Defensa, lo nombró director general de Infraestructuras del Ministerio. En 2005 pasó a ser director general de la Guardia Civil y en septiembre de 2006 fue el primer civil en asumir el mando único de la Policía Nacional y de la Benemérita a propuesta del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba. Dos meses después de ser nombrado, ETA comete el atentado de la T4 del aeropuerto de Barajas. Mesquida explicaba que estuvo 48 horas sin acostarse y que fue uno de los momentos más duros de su trayectoria política, ya que aquel atentado se produjo en plena negociación con la banda terrorista.

Le gustaba contar que el rey Juan Carlos lo llamaba al móvil y le decía «Joanet». Una de las anécdotas sucedió en el transcurso de una entrevista en la radio. Mesquida recibe un mensaje en su móvil. Su media sonrisa al mirar la pantalla pica la curiosidad del entrevistador, que le reclama que revele la identidad de quien le está hablando. «Pues no te lo vas a creer», le contesta, deslizando su móvil sobre la mesa. «¿Podemos decir quien es?», le pregunta asombrado el locutor. Después de unos segundos, se desvela el misterio: «¡Es el Rey!».

Del PSOE a Ciudadanos

Regresó de sus cargos de Madrid en 2011 y se marchó a su plaza de funcionario del ayuntamiento de Calvià. En 2013 se intentó enfrentar en las primarias con Francina Armengol para liderar el PSOE y no tuvo mucho éxito.

El mes de marzo de 2018 anunciaba que abandonaba el PSOE tras 30 años de militancia. Lo hacía enfadado «por la deriva independentista del PSIB de Armengol». No estaba de acuerdo con que la presidenta pidiera a Pedro Sánchez un pacto con el independentismo catalán que «quiere romper España».

En aquel momento no dijo cuál sería su destino, pero era un secreto a voces que le tiraba el color naranja. En junio apareció en un acto con Albert Rivera y el ex primer ministro francés Manuel Valls. En 2019 fue elegido diputado por Ciudadanos. Seis meses después se quedó sin escaño por la debacle de los naranja.

Pese a que llevaba ya meses luchando contra un cáncer de médula y pendiente de un trasplante, Inés Arrimadas confió en él para su núcleo duro. Hace sólo unas semanas, daba un paso a un lado del partido en las islas. Su estado de salud se complicó ayer, desembocando en su prematura muerte a los 57 años. Uno de los políticos mallorquines más influyentes en la política española.

45

Fallece Joan Mesquida a los 57 años a consecuencia de un cáncer: Una vida en imágenes