Desde su estudio del barrio palmesano de Santa Catalina, René Mäkelä pinta para el mundo, prepara nuevas exposiciones y atiende encargos de celebridades. La última estrella que ha llamado a su puerta es el futbolista Antoine Griezmann, delantero internacional francés del F.C Barcelona, que le ha encargado tres obras que pronto empezarán a tomar forma sobre el lienzo.

"Acabamos de hablar sobre lo que quiere. Él es muy fan de la NFL, la liga profesional de fútbol americano. Un jugador para el que pinté le habló de mí y después vio mis creaciones y se puso en contacto conmigo. Su jugador favorito es Cam Newton. Y de la NBA le gusta mucho Derrick Rose, el actual base de Detroit Pistons, así que seguramente los cuadros tendrán a estos jugadores como protagonistas", comenta Mäkelä. "Normalmente cuando recibo un encargo de estas características el tema de la obras surge del acuerdo mutuo. El cliente me habla de sus gustos, de obras que he pintado anteriormente y le han gustado. Y yo le ofrezco ideas o variaciones, porque nunca repito cuadros", asegura.

Antoine Grizmann encarga tres obras al pintor mallorquín René Makela

Los grandes iconos del siglo XX del mundo del arte, el espectáculo o en el deporte reviven en los lienzos monumentales de René Mäkelä. "En mis obras busco personajes que hayan revolucionado sus disciplinas y cambiado la historia". De Mohamed Ali a Michael Jordan; de Luciano Pavarotti, una de sus últimas creaciones, a Michael Jackson; y de Salvador Dalí y Jean-Michel Basquiat a Keith Haring.

La lista de clientes de Mäkelä es un salón de la fama: Madonna, Cara Delevigne, Austin Rivers, Cam Newton, Jorge Lorenzo y próximamente también el futbolista brasileño del Real Madrid Vinicius, que está esperando a terminar su nueva casa para cerrar el encargo con el pintor mallorquín.

El artista no se queja, reconoce que le va bien con mucha naturalidad. "Me acuerdo que después de hacer los murales para Madonna me preguntaron qué me quedaba por hacer", relata. "Y en broma respondí que todavía no había trabajado para el Papa. Y dos meses después me llamaban de la fundación del Papa Francisco para un encargo", comenta entre risas.

Pero Mäkelä no se conforma con retener en cada nueva obra obra su fórmula del éxito."Me gusta experimentar, buscar caminos nuevos dentro de mi estilo, probar con un acabado más hiperrealista, hacer obras o blanco y negro o últimamente combinar mi estilo de pintura con iconos del mundo Disney", manifiesta.

Mallorca no se le ha quedado pequeña todavía. "Solo lamento no poder viajar por las restricciones del coronavirus, visitar las exposiciones, entregar personalmente los encargos. Eso es un fastidio, pero por lo demás me encuentro muy bien en la isla", asegura.