Los temores a que el número de positivos por coronavirus en el Atlético Baleares fuera más elevado que los cinco anunciados el miércoles se cumplieron. El club informó ayer por la mañana que la cifra se había disparado hasta once tras las pruebas realizadas a toda su plantilla, cuerpo técnico y médico. Todo un mazazo para un grupo que se vio obligado a suspender los entrenamientos hasta nuevo aviso, tal y como confirmó la entidad a través de sus canales de comunicación. Eso sí, no todos los contagiados son jugadores, tal y como se apresura a aclarar la nota. «En las pruebas PCR y serológicas tras el último partido disputado ante el Atlético de Madrid B, realizadas en el Hospital Sant Joan de Déu de Palma a la plantilla, cuerpo técnico y médico del primer equipo masculino, y una vez conocidos a última hora de la noche de ayer -por el miércoles- todos los resultados, se han detectado un total de 11 contagios (no todos son futbolistas). Los 11 contagiados se encuentran aislados en sus domicilios en buenas condiciones de salud y únicamente uno de ellos padeció ayer síntomas leves», reza el inicio del comunicado. La reacción del Atlético Baleares fue inmediata y activó el protocolo sanitario previsto para un caso de esta índole. De ahí que desinfectara los vestuarios, oficinas, taquillas y las zonas comunes del Estadio Balear, así como también las del recinto de Son Malferit.

El jefe de los servicios médicos del club, el doctor Gonzalo Barrantes, volverá a realizar una segunda prueba PCR transcurridas 72 horas desde la anterior a todos los negativos con el fin de obtener una segunda muestra negativa, que permita a los futbolistas sanos poder entrenar a partir del lunes de forma individual. «Toda la plantilla seguirá un plan específico desde casa», explica el club.

Esta situación ha obligado al Atlético Baleares, como ya deslizó el miércoles, a pedir el aplazamiento a la Real Federación Española de Fútbol del encuentro que debía disputarse este domingo ante el Real Madrid Castilla en Valdebebas. Ahora toca esperar la respuesta oficial del organismo, que todo apunta a que hoy confirmará la suspensión. Sin ir más lejos, el propio Castilla, que dirige Raúl González, ya no disputó la última jornada al detectar durante la semana varios positivos entre su plantilla y su encuentro ante el Rayo Majadahonda no se jugó.

En la entidad ha sorprendido que el número de positivos fuera tan elevado, a pesar de haber tomado las precauciones que marca el protocolo y está tratando de detectar el origen del contagio junto a las autoridades sanitarias. Los de Jordi Roger jugaron en Majadahonda ante el Rayo en la segunda jornada y, el pasado domingo, frente al filial del Atlético de Madrid, en Palma.